Hoy en los tiempos que corren se torna cada vez mas complicada la tarea de poner límites en la institución escolar . Los maestros nos vemos imposibilitados de`poder tomar decisiones que lleven a una buena convivencia ,aún cuando son los mismos alumnos los que piden justicia en los distintos casos de mala conducta. Para entender esta hipótesis tomo como ejemplo cuando un niño agrede a otro físicamente ,todos los compañeros esperan del adulto una resolución rápida y justa ,que se vaya del aula , que se le aplique alguna sanción pero la realidad nos muestra que las sanciones suelen ser tan benévolas que pierden el sentido para la que fueron escritas.
Es entonces cuando se produce la frustración en el maestro , de los alumnos y ni hablar de la persona que sufrió la agresión, por supuesto que hablo de ejemplos donde uno ya agotó las instancias de diálogo con la familia ,el niño , esos casos en que se repite la conducta y uno teme que llegue a extremo como el caso de Mendoza en que el chico llevó un arma a la escuela cansado de burlas constantes.
Yo me pregunto ¿nos falta una legislación mas flexible ? ¿los padres hemos llegado al extremo de no permitir que nuestros hijos sean reprendidos por una mala conducta? ¿siempre pensamos en la importancia de los limites pero para los hijos de los demás?
